Me desperté con poco animo, ya era hora de salir a trabajar y no tenia ni un gramo de energía, no tenia ganas de desayunar mucho menos y para mi peor suerte no recibí mi mejor saludo de la mañana, la nacha mi compañera de colchón, novia de Max pregunto – quien te dijo lo de Max? –es su novia, no podía esperar menos de ella, di un suspiro largo y Salí con mi ropa para cambiarme mas cómoda en un baño, soy bastante pudorosa, no tenia ninguna gana de hablar y mi cara lo decía todo, a mi paso la gente se acercaba a preguntar y simplemente mentía – si estoy bien, solo que son las 7 de la mañana que esperabas – esa escusa no me iba a servir por mucho tiempo, el tiempo pasaba, desayunamos y salimos a trabajar. El tiempo transcurrió bastante rápido y en verdad no tenia ganas de volver para que me acosen de preguntas en el campamento, pero volvimos, ya era hora y estaba agotada diría que hoy fue mi día mas fructífero de estos 3 días, 3 días? Nick? No hable con ayer que raro, se me olvido mas tarde hablare con el, ahora creo que estoy preparada, creo, para poder enfrentarlo, no quiero vivir con el miedo, tal vez no ahora, ahora, primero dormiré tal vez algo gane, además de poder re considerar la idea; camine a la pieza como siempre tan desordenada y rápidamente me encontré con mi saco abierto, dispuesto para que duerma allí, nadie en la casa, solo unas cuadrillas mas.
- Descuida, no dijiste nada mas, igual le di su merecido – pequeñas risas y nos fuimos, Nemo? Igual tenia ganas de hablar con el, todavía estoy dudosa, pero mi estomago grita comida. Corrimos desesperadas a comer y nos sentamos juntas, solas, hasta que se sentó Max, prefería no mirarlo y evitar todo tipo de contacto por suerte llego a salvarme mis amigas, y entre tantas risas se me olvidaba que estaba el, hasta que termino la hora de comida y de tanto hablar y cantar no habíamos comido nada, engullimos la comida y Max se me acerco y pregunto – podemos hablar?